La Fiesta del Chivo hizo historia
45 mil espectadores festejaron el encuentro malargüino. Soledad Pastorutti y el Chaqueño fueron los shows más convocantes.
El encuentro musical que terminó el sábado en Malargüe luego de siete días de festejos, no pasará a la historia por su fecha de cumpleaños número veinticinco, su eslogan 2011, sino por el debate que generó un inesperado acto de censura ocurrido la noche del jueves por parte del cura párroco Jorge “Pato” Gómez, que interrumpió un cuadro humorístico de la Coral Lutherieces (músicos que reversionan obras de Les Luthiers, en su debut en Malargüe), por considerarlo ofensivo para la doctrina católica.
Se trató de “Educación sexual moderna”. El acto en cuestión disparó inmediatamente el debate público, se repartieron culpas y responsabilidades y dividió el estado de ánimo de la organización y de la misma platea en detractores y defensores del polémico sacerdote, integrante de la misma parroquia del cura Ramiro Sáenz, ya conocido anteriormente por prohibir el film “Ángeles y demonios” y manifestarse en contra de las actuaciones de Bersuit Vergarabat y Víctor Heredia en Malargüe.
Heredia, quien actuó la noche siguiente al incidente, fue cuestionado al respecto en la conferencia de prensa previa a su recital: “Lo que me extraña sinceramente es que se aborde un espectáculo de la manera en que se hizo. Entiendo que todo el mundo tiene derecho a opinar y hasta sentirse ofendido por algo que se diga o haga en el escenario, pero irrumpir en una actuación me parece un poco fuerte. No depende tanto del artista, más bien de quienes están a cargo de la seguridad”.
Esta fue la opinión más enfáticamente objetiva y moderada de esta interrupción y sintetiza el eje por el que se movilizó la polémica tras la intervención del cuestionado padre.
Cabe señalar que “Educación sexual moderna”, estrenada en 1996, es un canto gregoriano que advierte sobre peligros que conlleva una desenfrenada vida sexual, una simpática parodia sobre los votos de castidad que profesan religiosos y sacerdotes que no llegó a desarrollarse a pleno porque apenas había empezado cuando Gómez le sacó el micrófono al coreuta encargado de la introducción con estas palabras: “Por favor, vamos a pedirle al grupo que termine con este número porque somos católicos. Soy sacerdote y no voy a permitir que se me ensucie mi castidad. Disculpen muchachos. Sé que lo hacen con cariño, pero sigan con otra cosa”.
Cabe destacar que para el Ejecutivo malargüino, el cura “no incurrió en un acto de censura e intolerancia”. Las consecuencias de esta interrupción están lejos de cerrarse y sin duda continuarán.
El show debe continuar
A pesar de aquel jueves bisagra, el festival continuó tal como estaba agendado. Hubo música para todos los gustos. Rock, danzas tradicionales, cuarteto, folclore de todos los matices, que iluminaron las explanadas del Centro Cultural y Polideportivo complementado con ferias artesanales, patios de comida y un gigantesco y tecnificado escenario al aire libre, que estuvo a la altura de la celebración de sus 25 años.
La primera de las noches más multitudinarias fue la del miércoles, dedicada a los más jóvenes con el cierre de la poderosa Mancha de Rolando, antecedida de una larga lista de tibias bandas locales.
El jueves, el Chaqueño Palavecino y su gran banda cerró frente a 8 mil personas una noche más centrada en los géneros nacionales. El sábado, Antonio Tarragó Ros, Soledad Pastorutti y la banda cordobesa La Konga, a pesar del fuerte viento nocturno, desataron la fiesta en la madrugada con un total de 20 mil espectadores.
La Sole, por su parte, cantó varias canciones con su hermana Natalia y presentó el repertorio de su esperado último álbum “Vivo en Arequito”.
El cierre definitivo de la edición 2011 fue responsabilidad del contagioso cuarteto de La Konga que desató el ritmo tropical con canciones de su flamante CD “Made in Villa Dolores” y sus clásicos fiesteros.
El festival sumó cerca de 50 mil personas en total
Fuente: LosAndes.com.ar
